MEMORIA DESCRIPTIVA
El Edificio del MPAC Mar del Plata configura un espacio auspicioso para el desarrollo del conocimiento del arte contemporáneo tanto por el diseño y los materiales elegidos en conformidad con las premisas de la arquitectura contemporánea, como por la flexibilidad y seguridad de sus composiciones volumétricas y por la sustentabilidad de su funcionamiento y mantenimiento.
El emplazamiento del predio aprovecha permanentemente una linealidad o geometría determinada, en un sentido por la calle D. Rocha, frente del terreno orientado con vistas hacia el centro de la ciudad, y en el otro sentido, por la línea costera, la Calle Felix U. Camet y las vistas al mar.
El edificio se compone por un conjunto de volúmenes prismáticos revestidos con rocas de piedra, alineados entre sí, paralelos a la trama urbana, y por un gran volumen de hormigón que se alinea a la costa marítima e interactúa hasta intersectarse con los volúmenes principales.
Todos los halles y circulaciones se encuentran contenidos por el gran volumen de hormigón y gozan de una gran luminosidad y de la posibilidad de entablar una relación directa con los espacios exteriores. Se destaca el sistema de rampas como gran protagonista del hall por permitir disfrutar tanto de las vistas hacia el mar y la ciudad como del gran espacio interior del museo con sus diferentes atractivos incluyendo las obras de arte que podrán exponerse en el área de exhibiciones temporarias que ocupa el centro geográfico del hall.
Mientras que los tres volúmenes centrales de piedra constituyen el núcleo del museo por contener los diferentes espacios de interés artístico, hacia el extremo sur el volumen mayor funciona tanto como un generador del acceso semicubierto a modo de protector (tapa o techo) de la parte más importante del volumen que contiene al hall, y hacia el extremo norte, el último volumen de piedra alberga las áreas de administración, mantenimiento y servicios técnicos.
Las rocas de piedra como material empleado para el revestimiento de los volúmenes centrales representan un ícono de la cultura y arquitectura marplatense, a la vez que generan la sensación de solidez y seguridad necesarias para albergar obras de arte de envergadura.
Otro elemento a destacar del edificio lo constituye el juego de los diferentes niveles que adquieren una funcionalidad propia a la vez que interactúan entre sí a través de los esquemas circulatorios, rampas y del gran vacío que genera el hall.
La ampliación del museo se efectuará hacia el sector contrafrente del terreno, donde se ha dejado libre a modo de plaza publica el espacio necesario para ello, reproduciendo por un lado el sistema de volúmenes de piedra para alojar las nuevas áreas de interés artístico con sus servicios de apoyo, y por otro extendiendo el volumen del hall con la misma geometría en relación a la orientación costera.
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